El seguro de hospitalización es una de las coberturas importantes que nos puede ayudar en un momento crítico. A la hora de una emergencia médica sólo pensamos en recuperar la salud, pero va mucho más allá de lo que parece.
De hecho, una estancia en el hospital significa una ausencia en el trabajo, lo que a menudo puede dañar de manera significativa nuestro presupuesto económico. Por eso una de las mejores maneras de quitarnos estas preocupaciones y concentrarnos sólo en nuestra salud es de contratar un seguro.
¿Qué es un seguro de hospitalización?
El seguro de hospitalización es una póliza de salud que cubre los costes asociados al ingreso y estancia en el hospital. Este tipo de seguro garantiza la asistencia sanitaria hospitalaria en caso de hospitalización o hospital de día y ofrece la posibilidad de obtener una asignación diaria por hospitalización, es decir, un reembolso por cada día de estancia hospitalaria.
El seguro de hospitalización representa una solución ideal para quienes quieren estar seguros de ser asistidos ante imprevistos que requieran hospitalización: fracturas óseas o accidentes de diversa índole. Gracias a esta póliza de seguro médico es posible evitar sorpresas desagradables relacionadas con los elevados costes de la atención hospitalaria.
¿Cómo funciona?
El seguro garantiza una indemnización diaria por cada día de hospitalización, lo que significa que la aseguradora nos paga los días que estamos en el hospital. De esta manera una enfermedad no perjudica nuestros ingresos.
Además, según la opción escogida, puede ofrecer acceso ilimitado a servicios de telemedicina, como el chat o consulta digital. Es un servicio muy útil, ya que de una manera muy sencilla podemos consultar con un especialista sin necesidad de reservar una cita previa y acudir a un centro médico en persona.
Y para aliviar la vida aún más en estos momentos complicados, el seguro de hospitalización puede cubrir servicios como limpieza de hogar, cuidado de mascotas o envío de medicamentos, entre otros.
Diferencia con el seguro médico
El seguro de salud (o médico) es un contrato que prevé el reembolso de los gastos médicos por servicios sanitarios en que incurra el asegurado en caso de enfermedad o lesión, tratamientos de urgencia, hospitalización y convalecencia, ofreciendo – en ocasiones – también programas de prevención.
Se trata de una forma de cobertura opcional, elegida en situaciones en las que se desea disponer de una opción alternativa a la asistencia sanitaria pública, representando efectivamente una herramienta eficaz para la integración de esta última.
Sin embargo, muchas veces elegir una póliza tradicional te ayuda a cubrir pruebas de diagnóstico, tratamientos, medicamentos y hospitalización, pero, a menudo, no puede satisfacer todas tus necesidades individuales.
De hecho, la opción mejor resulta ser un seguro de salud integral, que ofrece una amplia cobertura tanto a nivel nacional como en el extranjero. O, si te resulta más barato, sería conveniente contratar un seguro de salud básico, más coberturas adicionales como, evidentemente, un seguro de hospitalización.
¿Necesito contratar un seguro de hospitalización?
Por lo general, todo seguro de salud, aún en su cobertura básica, incluyen los servicios de hospitalización a domicilio y el subsidio de convalecencia tras la hospitalización. Claramente, dependiendo de la modalidad que elijamos, cambia la cuota de indemnización diaria.
Sin embargo, como hemos visto, los seguros de salud no te garantizan una indemnización por no trabajar. En este caso sería más recomendable un seguro de baja laboral, aunque no siempre es conveniente contratar muchos seguros a la vez.
Además, lo que sí cabe destacar es que las pólizas de seguro de hospitalización suelen excluir accidentes derivados de deportes de alto riesgo como boxeo, artes marciales, montañismo, etc. Sin embargo, algunas aseguradoras ofrecen opciones adicionales, como cobertura por riesgos deportivos, para cubrir estos casos. Esto permite tener una protección completa incluso durante la práctica de deportes de riesgo.