El IVA generalmente no se aplica a las indemnizaciones de seguros, ya que están exentas según la Ley 37/1992. Sin embargo, en situaciones específicas, como reparaciones de vehículos o daños en propiedades, el IVA puede estar presente en las facturas de los talleres o proveedores. Es importante entender cómo esto puede influir en el coste final de tu indemnización.
👉 ¿Sabes cuándo debes pagar IVA en una indemnización?
👉 ¿Qué hacer si la aseguradora no incluye el IVA en la indemnización?
En nuestro artículo, te explicamos cuándo el IVA puede aplicarse y cómo actuar si surge algún problema con tu aseguradora. No te quedes con dudas, infórmate y protege tus derechos.

Lo más importante
Según las circunstancias, las indemnizaciones de los seguros pueden estar sujetas o exentas de IVA. Entre las variables se encuentran el tipo de seguro y la cantidad de las indemnizaciones.
- Por lo general, según la ley, «todas las operaciones de seguro están exentas de IVA», tanto en España como en le resto de Europa.
- Sin embargo, es verdad que hay unas excepciones con respecto a ciertos impuesto que el asegurado tiene que abonar, tanto a la compañía de seguros como a Hacienda.
- El IVA en las indemnizaciones de los seguros está prevista siempre y cuando el beneficiario sea persona jurídica y pueda obtener la devolución del impuesto en la declaración de la renta.
¿Qué es el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)?
El IVA es una tasa que entró en vigor en España en 1986 y está relacionado con la compra de servicios profesionales y bienes, gravando sobre el consumidor final. Se define impuesto indirecto porque carga la producción, el tráfico, el gasto y el consumo de algo. Por supuesto, el valor cambia dependiendo de si el sujeto es persona física o jurídica.
En la cadena de producción, el IVA siempre se abona al comprador y se puede repercutir en la sucesiva venta, si esta está prevista. De hecho, para quienes se encuentren en el medio de la cadena productiva, se prevé el pago a Hacienda de la diferencia entre el IVA de los productos comprados y el IVA que se repercute a la hora de vender el producto acabado.
En términos prácticos:
- Cada empresa que vende un bien o servicio repercute el IVA al comprador.
- El comprador puede deducir el IVA pagado en la compra si es un sujeto pasivo (como una empresa).
- El consumidor final paga el impuesto completo, y la empresa lo ingresa a Hacienda.
Sin embargo, cuando los servicios corresponden a seguros, la regla general cambia.
Pero, ¿qué pasa si los productos corresponden a servicios de seguros?
Indemnizaciones de seguros exentos de IVA
Como adelantado, por norma general, los seguros no prevén el IVA en las indemnizaciones. De hecho, según el art. 20 de la Ley 37/1992 (28 de diciembre), las indemnizaciones de los seguros en España no prevén el pago del valor añadido. Lo mismo ocurre por los reaseguros y las capitalizaciones.
Esto significa que:
- La aseguradora paga la indemnización sin añadir IVA.
- El beneficiario no puede deducir ni reclamar IVA porque legalmente no se aplica.
Esta exención tiene como objetivo evitar que el seguro se convierta en un vehículo de traslado de impuestos y para que los ciudadanos no paguen impuestos sobre compensaciones que ya están reguladas por el seguro.
3. Excepciones: cuándo sí se aplica IVA
Aunque las indemnizaciones de seguros normalmente están exentas, existen casos excepcionales:
- Beneficiarios personas jurídicas:
- Si el receptor de la indemnización es una empresa, puede que el IVA sí sea relevante, especialmente si puede deducirlo en su declaración fiscal.
- Servicios asociados a terceros:
- Si el siniestro genera gastos con proveedores externos, como talleres de reparación de vehículos o empresas de rehabilitación de inmuebles, el IVA de esas facturas sí se repercute en el coste total.
- La aseguradora suele cubrir el coste bruto, pero es importante revisar los recibos y contratos.
- Seguros especiales o internacionales:
- Algunos seguros corporativos o internacionales pueden tener tratamiento distinto según normativa europea o convenios fiscales entre países.
No obstante, en el siguiente párrafo analizaremos cuáles son los impuestos que estamos obligados a pagar, dependiendo del tipo de póliza aseguradora.
Indemnizaciones de seguros con IVA
Como es bien sabido, aunque la mayoría de las pólizas no prevén el pago del IVA en las indemnizaciones, sí obligan al cobro de unos impuestos.
Impuesto sobre prima de seguro
El Impuesto sobre las Primas de Seguros (IPS) experimentó una subida en 2021. Según los Presupuestos Generales del Estado para ese año, el tipo impositivo del IPS se incrementó del 6% al 8%. Este cambio entró en vigor el 1 de enero de 2021 y afectó a la mayoría de los seguros, incluyendo los de coche, hogar y responsabilidad civil.
Sí, el Impuesto sobre las Primas de Seguros (IPS) en España sigue vigente en 2025 con un tipo impositivo del 8%. El tributo se aplica a la base imponible, que está constituida por el importe total de la prima o cuota del seguro satisfecha por el tomador o un tercero.
Es importante destacar que existen exenciones en el IPS. Por ejemplo, los seguros de vida, salud, reaseguro, pensiones colectivas, créditos a la exportación, fianzas, mercancías y pasajeros en tránsito internacional, riesgos agrícolas, aviación y cascos marítimos están exentos de este impuesto
Recargo CCS
Impuesto obligado por el Consorcio de Compensación de Seguros. Normalmente las aseguradoras trasladan a los asegurados junto con la prima del seguro, es decir, cuando contratas una póliza, el coste del impuesto ya viene incluido, y posteriormente la compañía se encarga de liquidarlo directamente al CCS.
Este impuesto tiene un objetivo muy concreto: financiar la cobertura de aquellos riesgos que las aseguradoras privadas no quieren asumir. Se trata principalmente de riesgos extraordinarios, como inundaciones, terremotos, fenómenos meteorológicos extremos o daños derivados de eventos catastróficos.
Gracias a este mecanismo, los asegurados pueden tener protección incluso frente a siniestros de alta magnitud que normalmente serían difíciles de asegurar en el mercado privad
En resumen, aunque el recargo del CCS se perciba como un coste adicional en la prima, su función es garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a seguros frente a riesgos extraordinarios, ofreciendo una red de seguridad que complementa la cobertura tradicional de las aseguradoras.
Qué hacer si surge un problema con la aseguradora
Aunque la ley sobre el IVA en indemnizaciones de seguros es bastante clara, en la práctica pueden surgir discrepancias o problemas que generan confusión en los asegurados.
Por ejemplo, algunas aseguradoras pueden intentar incluir IVA en ciertos cálculos o facturas asociadas a un siniestro, lo que puede provocar que el beneficiario reciba menos de lo esperado. Además, muchas personas no saben distinguir qué gastos incluyen impuestos y cuáles no, lo que aumenta la incertidumbre a la hora de reclamar su indemnización. En el caso de las personas jurídicas, la deducción del IVA puede generar dudas adicionales sobre cómo declarar correctamente estos importes en su contabilidad.
Para evitar problemas, es fundamental revisar cuidadosamente el contrato del seguro y las condiciones específicas de la indemnización antes de cualquier reclamación. También se recomienda solicitar un desglose detallado de todos los gastos asociados al siniestro, de manera que quede claro qué conceptos incluyen impuestos y cuáles no. Si se trata de una empresa que pueda deducir el IVA, consultar con un asesor fiscal puede evitar errores en la declaración.
Por último, en caso de discrepancias que no se resuelvan directamente con la aseguradora, acudir a organismos de protección al consumidor es clave. Plataformas especializadas como Siniestros.org ofrecen información, guías y asistencia para gestionar correctamente estas situaciones, asegurando que los asegurados conozcan sus derechos y puedan reclamar lo que les corresponde sin complicaciones.

Recomendaciones finales
A raíz de lo que hemos analizado, queda claro que no está previsto el pago del IVA en las indemnizaciones de los seguros. La ley establece que estas compensaciones están exentas, lo que significa que los beneficiarios no deben abonar este impuesto directamente. Sin embargo, es importante considerar que cada vez que una aseguradora interviene para resolver un siniestro, los servicios y gestiones asociados pueden encarecerse, y algunos gastos relacionados sí incluyen impuestos, como por ejemplo las facturas de talleres en accidentes de coche. Estos costes adicionales se reflejan en el coste final del seguro, aunque la indemnización en sí no lleve IVA.
En general, la mayoría de las indemnizaciones de seguros permanecen exentas de IVA, y solo ciertos gastos asociados o beneficiarios personas jurídicas pueden verse afectados. Comprender cómo funciona este impuesto en los siniestros es clave para evitar problemas, reclamaciones injustificadas y pérdidas económicas. Informarse sobre estas cuestiones y actuar de manera proactiva permite a los asegurados proteger sus derechos y asegurarse de que reciben la indemnización completa que les corresponde, sin sorpresas inesperadas.
Plataformas especializadas, como Siniestros.org, pueden ser de gran ayuda para aclarar dudas, ofrecer orientación sobre cómo actuar frente a la aseguradora y garantizar que los beneficiarios manejen correctamente cualquier situación relacionada con el IVA en sus indemnizaciones.