Las vacaciones de verano son uno de los momentos ideales para inscribir a nuestros hijos en campamentos de verano. Es un lugar donde podrán disfrutar de actividades al aire libre y hacer nuevos amigos. Sin embargo, es importante tener en cuenta la seguridad de nuestros hijos mientras están en el campamento. ¿Hasta qué punto son responsables los monitores de las actividades? Es necesario tener una buena seguridad en los campamentos de verano y saber cuáles son tus derechos y responsabilidades como padre o madre y cómo actuar en caso de accidente.
Antes de inscribir a tu hijo en un campamento de verano, independientemente del tipo de campamento que elijas, es fundamental obtener toda la información importante sobre las medidas de seguridad que se implementan. Algunos de los aspectos a considerar son si los monitores están titulados, cuál es la proporción de niños por monitor, los seguros ofrecidos, la regularidad de las revisiones administrativas de las instalaciones, los permisos y autorizaciones necesarios, así como los controles sanitarios actualizados, entre otros.
¿Quién asume la responsabilidad de las actividades?
Cuando inscribes a tu hijo en un campamento, la entidad organizadora, asociación, fundación o individuo(s) responsables de la organización del campamento asumen la responsabilidad del cuidado de tu hijo desde el momento en que ingresa al complejo, hasta que se retira del mismo.
Esta responsabilidad incluye tanto las actividades dentro de las instalaciones como cualquier actividad realizada fuera de ellas. Por lo tanto, son los organizadores los que se hacen cargo de cualquier imprevisto que pueda ocurrir durante el trayecto de tu hijo hacia lugares donde se realicen actividades programadas. A esto se le denomina responsabilidad civil.
La responsabilidad civil implica la obligación de reparar todos los daños causados por omisión, acción o negligencia. Por lo tanto, si tu hijo sufre un accidente mientras se encuentra en el campamento, los organizadores tienen la obligación de responder por ello.
¿Cómo actuar en caso de accidente?
Como se mencionó anteriormente, es fundamental verificar que el campamento tenga un seguro de accidentes que cubra los riesgos médicos, así como un seguro de Responsabilidad Civil. Esto evitará muchos problemas en caso de que necesites presentar una reclamación por un accidente.
Si ocurre un accidente, el primer paso es ponerse en contacto con la organización del campamento para que, a través de los seguros mencionados, se hagan cargo y asuman cualquier daño, perjuicio o gasto relacionado con el accidente.
En la mayoría de los casos, esta vía suele funcionar y los organizadores responden adecuadamente. Sin embargo, en situaciones en las que los organizadores rechacen responder o tarden en responder, es recomendable iniciar una reclamación legal mediante un burofax dirigido al centro. En caso de que no se llegue a un acuerdo amistoso, se puede presentar una demanda en el Juzgado de Primera Instancia.
El plazo para presentar una reclamación es de un año a partir del momento del accidente. Es esencial contar con pruebas que respalden la reclamación, como fotografías, informes médicos, actas policiales (si las hubiera) y testimonios de testigos.
Es importante tener en cuenta que la dirección y organización del campamento no serán responsables cuando los daños sean ocasionados por circunstancias imprevisibles o inevitables, como condiciones meteorológicas extremas o actos de terrorismo. En estos casos, los seguros o el Consorcio tomarán medidas.
¿Tienen responsabilidades los monitores?
En caso de una reclamación, la autoridad competente, e incluso el seguro del campamento, investigará la posible culpabilidad de los monitores. Esto se debe a que la responsabilidad también recae en aquellos que hayan creado, aumentado o tenido la responsabilidad de supervisar el desarrollo de la actividad o el entorno donde esta se lleva a cabo.
En cuanto a la cantidad de monitores por niño, esto dependerá de la actividad, el ámbito y la edad de los menores. No existe una legislación general específica al respecto. Todo se basará en la normativa específica de cada comunidad autónoma y la naturaleza del campamento. A modo orientativo, la proporción puede variar entre:
- 1 monitor por cada 8/10 niños menores de 6 años
- 1 monitor por cada 12/15 niños menores de 10 años
- 1 monitor por cada 18/20 niños menores de 17 años.
Al enviar a tu hijo a un campamento, es fundamental verificar la existencia de seguros actualizados, la cualificación de los monitores, los permisos y autorizaciones en regla, y aconsejar a tus hijos sobre la importancia de tener precaución, especialmente si son mayores.
Además, debes tener en cuenta que en algunas circunstancias se puede culpar a la víctima del accidente. Si tu hijo resulta lesionado en el campamento, en algunos casos, se puede considerar que tiene la madurez suficiente para entender el riesgo involucrado en su propia acción. Esto podría eximir al centro organizador de responsabilidad o modularla, dando lugar a una responsabilidad compartida.
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