Sufrir un robo en un piso de alquiler es una experiencia desagradable, pero saber cómo actuar puede ayudarte a reducir daños y proteger tus derechos como inquilino. En estos casos, es importante mantener la calma y seguir unos pasos concretos tanto a nivel legal como con el seguro.

Paso 1: Llama a la policía de inmediato.
Lo primero es no tocar nada y llamar a la Policial (al 091 o bien al 112). Ellos harán una inspección global del lugar y redactarán un atestado que servirá como prueba para el seguro y, sí, procede, para cualquier reclamación posterior. Un consejo clave es pedir siempre la copia o número referencial del atestado policial.
Paso 2: Ante un robo en tu piso informa al propietario y al seguro
Como inquilino, debes notificar el robo al propietario del piso lo antes posible. Si hay daños en la puerta, cerradura o ventanas, el arrendador suele ser responsable de repararlos, salvo que el contrato diga lo contrario.
Además, revisa si cuentas con un seguro de hogar propio (muchos inquilinos lo contratan por su cuenta). Si no lo tienes, el propietario puede tener una póliza que cubra parte de los daños estructurales, aunque las pertenencias personales del inquilino normalmente no están cubiertas por el seguro del propietario.
Tipos de seguros que puede contratar el inquilino ante un robo en un piso
Aunque no sea obligatorio por ley, es muy recomendable que el inquilino tenga su propio seguro de hogar para inquilinos, que suele incluir coberturas específicas como:

Paso 3. Comunica el robo al seguro en menos de 7 días
Tanto el inquilino como el propietario deben comunicar el siniestro al seguro en el plazo máximo que indica la póliza (por lo general, 7 días). Consejos prácticos:
- Haz una lista detallada de los objetos robados.
- Aporta facturas, fotos o recibos que acrediten su valor.
- Guarda todas las comunicaciones y documentos relacionados.
Paso 4: Repara los daños urgentes y conserva facturas
Tras un robo, es habitual encontrar puertas forzadas, cerraduras rotas o ventanas dañadas. Si la vivienda ha quedado expuesta, prioriza la seguridad y pide una reparación urgente. Puedes contactar a un cerrajero o servicio de mantenimiento, pero asegúrate de documentar el estado inicial con fotos antes de reparar.
Guarda todas las facturas y comprobantes, ya que tanto el seguro de hogar, si eres inquilino, como el seguro del propietario podrían cubrir parte o la totalidad de esos gastos. En algunos casos, el propietario se hará cargo directamente si el daño afecta a la estructura del piso.
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Paso 5: Evalúa la cobertura legal o de defensa jurídica
Muchas pólizas de hogar incluyen una cubertura de defensa jurídica, que te da acceso a abogados o asesores para gestionar tanto denuncias, reclamaciones al seguro como conflictos con el arrendador. Es una herramienta muy útil cuando hay que reclamar por objetos de valor, demora del seguro o daños no reconocidos.
Si tu póliza no incluye esta cobertura, puedes contratar un abogado de forma independiente o acudir a un mediador de seguros para que te ayude a presentar la reclamación correctamente.
Cuando el robo implica objetos de alto valor o perjuicios económicos importantes, contar con apoyo legal especializado puede marcar la diferencia entre una compensación justa o una negativa de la aseguradora.
Paso 6: Refuerza la seguridad ante un robo en tu piso
Después de un robo, es buen momento para revisar medidas de seguridad. Instalar cerraduras antibumping, cámaras interiores o sensores de movimiento, especialmente si el contrato de arrendamiento es de larga duración, puede ayudar a evitar este tipo de situaciones.
Un robo en piso de alquiler no solo deja daños materiales, también puede afectar la sensación de seguridad en tu propio hogar. Sin embargo, actuar con rapidez y conocer tus derechos como inquilino puede marcar la diferencia entre una simple pérdida y una recuperación efectiva.
Recuerda que no estás indefenso, cuentas con la protección de la ley, del contrato de arrendamiento y de los seguros.
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