Uno de los mayores temores de cualquier propietario es enfrentarse a un impago del alquiler. Ya sea un retraso puntual o la acumulación de varias mensualidades, la situación puede volverse estresante rápidamente.
En esta guía te explicamos qué hacer si tu inquilino no paga en España, con foco especial en la Comunidad de Madrid, incluyendo pasos legales, plazos, costes, alternativas y consejos prácticos.

El miedo más grande del propietario…
Alquilar una vivienda puede ser una excelente fuente de ingresos pasivos, pero también implica ciertos riesgos. Uno de los más temidos por cualquier arrendador es el impago del alquiler. Cuando un inquilino deja de pagar, no solo se compromete la rentabilidad del inmueble: comienzan las preocupaciones, la incertidumbre legal y, en muchos casos, un proceso emocionalmente desgastante.
Muchos propietarios temen iniciar un proceso de desahucio por los posibles costes, la duración o simplemente por desconocimiento de los pasos a seguir. Se preguntan: ¿Cuánto puede tardar?, ¿Qué pasa si el inquilino no se va?, ¿Puedo recuperar lo perdido?, ¿Qué hago si la vivienda queda dañada?..
Aquí te explicamos con claridad qué hacer si tu inquilino no paga, cuáles son tus derechos como propietario en España y qué caminos puedes tomar —desde soluciones amistosas hasta el desahucio legal— para recuperar el control de tu propiedad con seguridad y respaldo legal.
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Verifica la situación: ¿retraso puntual o impago continuado?
Antes de alarmarte o dar inicio a cualquier procedimiento legal, es fundamental que evalúes la situación con calma y objetividad. No todos los casos de impago son iguales, y no es lo mismo un retraso puntual en el pago que un impago persistente o malintencionado.
Actuar con rapidez está bien, pero actuar con información clara y documentación sólida es mejor.
1. Revisa tus registros de pagos
El primer paso es confirmar, con total certeza, que el pago no ha sido efectuado. Muchas veces, el retraso puede deberse a un fallo bancario, una transferencia demorada por días festivos o incluso un simple descuido del inquilino.
Revisa cuidadosamente:
- Movimientos de tu cuenta bancaria donde se recibe el alquiler.
- Fecha de vencimiento estipulada en el contrato (normalmente, entre los días 1 y 5 de cada mes).
- Si el pago fue fraccionado, revisa si se ha hecho algún abono parcial.
- Si se trata del primer mes de impago o si ya es recurrente.
Llevar un registro ordenado y actualizado de todos los pagos —con fechas, importes y conceptos— te facilitará mucho la gestión y posibles reclamaciones posteriores.
2. Contacto amistoso: intenta una resolución directa
Una vez confirmado el impago, lo recomendable es establecer una comunicación directa y cordial con el inquilino. A menudo, el diálogo puede resolver el conflicto sin necesidad de pasar por procesos legales largos y costosos.
Puedes contactar a través de tus canales privados (sea por correo, Whatsapp, llamada telefónica). Muestra disposición a escuchar y plantea alternativas temporales, si consideras que el inquilino es de confianza. El objetivo es entender las causas del impago.
Ten en cuenta que, algunas razones comunes incluyen:
- Problemas económicos puntuales (atraso en cobro de nómina, gastos imprevistos).
- Conflictos personales (separaciones, mudanzas, enfermedad).
- Cambios en la situación laboral (ERTE, desempleo, etc.).
- Malentendidos con el contrato (fecha de vencimiento, cuenta de pago, etc.).
3. Negociar soluciones: fraccionamientos, prórrogas o acuerdos de pago
Si el inquilino muestra buena voluntad pero enfrenta dificultades reales, puedes proponer soluciones temporales que protejan tu relación contractual y tus ingresos futuros:
- Fraccionamiento del pago pendiente en cuotas semanales o quincenales.
- Aplazamiento parcial del importe y recuperación en meses siguientes.
- Firma de un acuerdo de reconocimiento de deuda, por escrito, para garantizar la intención de pago y dejar constancia legal.
Este tipo de soluciones deben documentarse por escrito, firmadas por ambas partes y preferentemente con fecha, plazos y forma de pago establecidos con claridad. No basta con un acuerdo verbal: ¡protege tus derechos con papel!
S si decides otorgar facilidades, deja claro que no renuncias a tu derecho a reclamar judicialmente la deuda si no se cumple el nuevo acuerdo. Esto te blinda ante un posible uso de la “tolerancia” en tu contra.
⚠️ Consejos – Acuerdos y mediación
Como hemos anticipado, aunque el procedimiento de desahucio es la vía legal más directa para recuperar tu vivienda en caso de impago, no siempre es la única —ni la más recomendable en todos los casos—. Como propietario, es importante que evalúes otras estrategias complementarias que pueden ayudarte a resolver el conflicto de forma más rápida, rentable o preventiva.
Antes de acudir a los tribunales, puedes valorar otras opciones:
a. Acuerdo extrajudicial: ofrecer al inquilino la condonación parcial de la deuda a cambio de abandonar voluntariamente la vivienda.
b. Mediación inmobiliaria o judicial: en algunos municipios, existen servicios de mediación para resolver conflictos entre arrendador y arrendatario. En Madrid, puedes acudir a entidades privadas que ofrecen mediación profesional.
Notifica por escrito al inquilino
Ahora bien, antes de iniciar cualquier procedimiento judicial, conviene realizar un último intento extrajudicial que deje constancia formal de la reclamación. Para ello, lo más recomendable es enviar un burofax con acuse de recibo y certificación de contenido, en el que se exija el pago del alquiler adeudado en un plazo determinado —por ejemplo, cinco días hábiles—, advirtiendo que, de no cumplirse, se iniciarán las acciones legales correspondientes.
Este paso no solo formaliza la reclamación, sino que también sirve como prueba ante posibles procedimientos judiciales. Es fundamental redactar el burofax de manera clara y precisa, evitando expresiones ambiguas, y conservar tanto el justificante de envío como la copia del contenido, ya que ambos documentos pueden ser necesarios ante el juzgado.
Este paso es importante porque:
- Sirve como prueba ante un futuro juicio.
- Puede motivar al inquilino a pagar o marcharse.
Sin embargo, si transcurrido el plazo el impago persiste, el siguiente paso será presentar una demanda de desahucio por impago de rentas, lo que permitirá reclamar las cantidades adeudadas y solicitar el desalojo del inmueble.
En este momento resulta altamente recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho inmobiliario, que pueda guiar todo el proceso conforme a la normativa vigente y garantizar la protección de los derechos del propietario.

Iniciar procedimiento de desahucio por impago
Aquí te explicamos los pasos principales de un proceso de desahucio:
1. Contratar abogado y procurador
El proceso judicial requiere, salvo excepciones, de un abogado y un procurador. Si estás en Madrid, es recomendable contar con un profesional especializado en derecho inmobiliario.
2. Presentar demanda de desahucio
Tu abogado redactará y presentará una demanda de desahucio y reclamación de rentas impagadas en el juzgado correspondiente.
Debe incluir:
- Contrato de arrendamiento.
- Justificantes del impago: un documento que un propietario emite para notificar a un inquilino que ha incumplido sus obligaciones de pago de la renta.
- Notificaciones previas (como el burofax).
- Cálculo de la deuda acumulada.
¿Cuánto cuesta un desahucio?
- Abogado: los honorarios son libres pero casi siempre se fijan entre 400 € y 1.500 €, según complejidad.
- Procurador: 200 €–400 €.
- Costas judiciales: normalmente las paga el inquilino si pierde.
- Otros costes: posibles daños en la vivienda, meses de renta no cobrados (si se quiere recuperar las deudas, los abogados suelen pedir entre un 10 y un 20% de la cantidad reclamada). Sin embargo, si lo tienes Seguro de impago, es muy probable que cubra tanto las rentas impagadas como los gastos legales.
Tiempos y plazos del proceso judicial
A continuación, el juzgado admite la demanda y notifica al inquilino. En ese momento:
- El inquilino tiene 10 días para pagar, oponerse o abandonar la vivienda.
- Si no hace nada y pasan 30 días desde el envío del mensaje, se fija fecha de juicio y, si procede, fecha de lanzamiento (desalojo).
Duración media del proceso
En la Comunidad de Madrid, puede tardar entre 6 meses, aunque depende de la carga del juzgado y si hay oposición del inquilino. A veces se prolonga hasta 12 meses.
Prevenir los impagos es siempre mejor que tener que reclamarlos después…
A continuación, te presentamos algunos tips prácticos que te ayudarán a minimizar riesgos y evitar problemas con los pagos de alquiler desde el principio.
1. Evalúa el perfil del inquilino y su historial
Este consejo resulta útil tanto para propietarios que están a punto de formalizar un contrato como para aquellos que, lamentablemente, ya enfrentan un impago, aunque todavía no se haya iniciado un procedimiento judicial.
Es fundamental analizar el comportamiento previo del arrendatario, prestando atención a aspectos como: ¿Ha tenido retrasos en los pagos anteriores y con qué frecuencia? ¿Suele avisar con antelación o tiende a evadir la comunicación? ¿Responde con rapidez o evita el contacto? ¿Existe algún historial de deudas anteriores que hayan sido perdonadas?
Evaluar estas señales permite anticiparse a posibles problemas y tomar decisiones más informadas antes y durante la relación de arrendamiento. Si es la primera vez y ha sido buen pagador, tal vez conviene darle margen. Pero si el historial muestra un patrón de incumplimientos, es una señal clara de alerta. Cuanto antes actúes, mejor podrás minimizar pérdidas.
2. Verifica solvencia del inquilino (nómina, contrato de trabajo).
3. Pide aval bancario o fianza adicional.
4. Considera contratar un seguro de impago de alquiler.
5. Realiza un buen contrato, con cláusulas claras.
6. Mantén buena comunicación y realiza revisiones periódicas.
Conclusiones clave
Enfrentarse a un inquilino moroso es una situación desagradable, pero con la información adecuada y asesoramiento profesional puedes resolverlo de manera eficaz y segura.
En primer lugar, es fundamental actuar con rapidez y formalidad ante cualquier retraso en el pago; enviar un burofax con acuse de recibo no solo formaliza la reclamación, sino que también sirve como prueba legal en caso de tener que acudir a los tribunales. Si el inquilino no regulariza la situación, el siguiente paso es iniciar acciones legales mediante una demanda de desahucio por impago de rentas, lo que permite reclamar tanto las cantidades adeudadas como solicitar el desalojo del inmueble.
La prevención es igualmente crucial para evitar problemas futuros. Seleccionar cuidadosamente a los inquilinos, comprobando su solvencia y su historial de pagos, así como exigir garantías adicionales o contratar un seguro de impago de alquileres, puede reducir significativamente el riesgo de impagos.
Mantener una comunicación clara y documentada con el inquilino, incluyendo acuerdos por escrito y revisiones periódicas del inmueble, también contribuye a minimizar conflictos y proteger los derechos del propietario.
En conjunto, la combinación de acciones rápidas, medidas preventivas y respaldo legal o asegurador constituye la estrategia más efectiva para gestionar y evitar problemas de impago de alquileres.
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