La venta de una vivienda puede ser una operación larga y compleja. Es por ello por lo que se deben cumplir ciertos requisitos para que el propietario de una vivienda pueda venderla. Es necesario tener en cuenta que la venta de una casa además de ganancias conlleva algunos gastos derivados de los trámites administrativos.
¿Cómo vender una casa a través de una inmobiliaria?
La opción más habitual para la venta de una casa es solicitar el asesoramiento de una inmobiliaria que se encargue de la gestión administrativa a lo largo de todo el proceso. Se trata de la forma más sencilla y rápida para vender una casa. Liberándote del proceso burocrático y agilizando el proceso.
Comparar varias opciones de inmobiliarias antes de comprometernos con ninguna es un proceso crucial para conseguir una venta satisfactoria. Hay que analizar cuestiones básicas como:
- Opiniones de clientes anteriores que han contratado los servicios de la inmobiliaria.
- Tiempo de media que tarda esa agencia en vender una vivienda.
- Costes de comisión y tarifas estipuladas.
- Servicios ofrecidos: como por ejemplo la valoración de la vivienda, recepción de las visitas de los interesados, fotografías de la vivienda o gestión de documentos obligatorios entre otros.
¿Cómo vender una casa por mi cuenta?
Si no quieres perder parte del dinero de la venta en pagar la comisión de una agencia, puedes llevar a cabo la gestión de la venta de la vivienda tú mismo. De esta forma se eliminan los intermediarios entre comprador y vendedor, aunque serán necesarios ciertos agentes externos en el proceso que te ayuden a llevar a cabo todos los procedimientos legales.
- Valorar la vivienda
Lo primero es realizar una correcta valoración de la vivienda para establecer un precio de venta acorde al valor real. Un precio irreal aleja a los posibles compradores y dificulta mucho la venta de la casa. Para esta valoración, existen algunas herramientas online que nos muestran el valor de la vivienda que queramos en base a su valor de mercado.
- Anuncios en portales inmobiliarios
A continuación, deberás publicar anuncios en portales inmobiliarios de tu vivienda, con fotografías de buena calidad y una descripción completa y detallada de las características de la casa.
- Colgar cartel “Se Vende” en la vivienda
El cartel de «se vende» en la fachada también es una forma de atraer a posibles compradores que vivan en las proximidades del edificio o suelan pasear por la zona porque les guste.
- Comprobar la Cédula de Habitabilidad
Comprobar la Cédula de Habitabilidad del piso también es crucial si no queremos encontrarnos con que está caducada en el momento de la venta.
- Contratar a un gestor
Para finalizar, el vendedor deberá contratar a un gestor si quiere llevar a cabo toda la tramitación de los documentos necesarios de la mejor manera. Este profesional se encargará de asesorar y ayudar al vendedor en todo lo relacionado con los trámites administrativos relacionados con la venta del inmueble.
En conclusión, el asesoramiento por parte de una inmobiliaria a la hora de vender tu casa es de gran utilidad. Vender tu casa a través de una inmobiliaria tiene varias ventajas significativas. En primer lugar, contarás con el respaldo de expertos en el mercado inmobiliario que conocen las estrategias adecuadas para alcanzar una venta exitosa.
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