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Límites y beneficios de las tarjetas de crédito

La tarjeta de crédito es un instrumento de pago que permite realizar compras en comercios u online, retirar efectivo en cajeros automáticos, realizar pagos sin la necesidad de disponer de dinero en la cuenta.

De hecho, se habla de crédito porque las cantidades que se gastan o retiran son adelantadas, y, por tanto, entregadas como crédito por el banco emisor de la tarjeta. La suma gastada se cargará posteriormente en la cuenta del comprador.

Tarjeta de crédito

Fuente: cookie_studio en Freepik

Características

¿Pero cómo funciona? Básicamente, la empresa emisora de la tarjeta otorga un monto máximo (llamado límite de crédito) que es el límite de dinero que se puede gastar dentro del mes. La tarjeta también tiene límites de uso diario, tanto en gastos como en retiros.

La tarjeta es físicamente una tarjeta de plástico que contiene los datos identificativos del titular (nombre y apellidos, número de tarjeta y fecha de caducidad), elementos de seguridad (código de control CVV2 o CVC2), así como un espacio especial para la firma del titular.

Existen tarjetas de crédito equipadas con tecnología Contactless que, normalmente para cantidades limitadas, no requieren la inserción del código secreto ni la firma en el recibo de compra.


¿Tarjeta de crédito y tarjeta de débito?


La tarjeta de crédito y la tarjeta de débito, son instrumentos muy diferentes entre sí, no tanto desde el punto de vista de las operaciones que pueden realizarse, sino en lo que respecta a la relación subyacente entre el titular y el intermediario financiero que los regula.


¿Cómo elegir?

En concreto, las tarjetas de crédito no requieren necesariamente un débito en cuenta corriente, incluso si normalmente están vinculadas a una cuenta, ya que el titular podría realizar reembolsos mediante transferencia bancaria directamente al emisor.

En cambio, las tarjetas de débito, emitidas por bancos o intermediarios financieros conectadas a una cuenta corriente, permiten realizar transacciones de pago utilizando el dinero presente en la cuenta. Este tipo de tarjeta implica, por tanto, que las distintas operaciones de pago o retiradas de efectivo en cajeros automáticos se cargan directamente en la cuenta corriente, sin contar con dinero «extra» que sirve de crédito.

Evidentemente, dependiendo de tu necesidad de liquidez, de los tiempos y de los intereses que estás dispuestos a pagar, puedes elegir una u otra opción.


Intereses de la tarjeta de crédito

Toa tarjeta de crédito supone unos intereses a pagar que, por lo general, dependen de las modalidades de pago a plazos que elijas: cuota Mínima Mensual, Cuota Mensual Fija, Cuota Porcentual).

Además, se te pueden cargar otros pagos dependiendo del tipo de gastos:

  • En compras: cuando elige diferir el saldo de la cuenta de su Tarjeta, el interés se calcula diariamente a partir de la fecha en que se debita el monto de la Cuenta, hasta que se paga el monto en su totalidad o hasta el día en que se cambia el método de pago. Sin embargo, si opta por pagar el estado de cuenta en un solo pago, no se aplicarán intereses.

  • En retiros de efectivo: además de la comisión aplicada al retiro, los intereses se calculan diariamente a partir de la fecha de activación del método de pago a plazos, hasta el pago total del monto o hasta el día en que se cambia el método de pago.

  • Sobre gastos accesorios: los gastos de la tasa anual, el impuesto de timbre, los gastos de recepción del estado de cuenta en formato papel, la comisión por retiro de efectivo y las eventuales sanciones por pagos atrasados no constituyen una base para el cálculo de los pagos de intereses.

La tarjeta de crédito se distingue por su capacidad de reponer el crédito disponible a medida que el titular efectúa pagos. Esto permite realizar nuevos gastos sin necesidad de tener saldo en la cuenta vinculada y, sobre todo, pudiendo aplazar el pago.


Otros principales costos de una tarjeta de crédito son: tarifa anual; comisiones por retiros en cajeros automáticos y costes de conversión para retiradas o pagos en moneda extranjera distinta del euro.


Ahora bien, te gustaría saber que hay también la posibilidad de fraccionar los intereses con un tipo de crédito que se llama tarjeta revolving.

Acerca de la tarjeta revolving

La tarjeta revolving es una tarjeta que permite el pago aplazado, es decir, a plazos repartidos en varios meses. La tasa de interés real de las tarjetas revolving es generalmente más alta que la de otros tipos de financiamiento e implica costos adicionales, como cuotas anuales de membresía y tarifas de retiro en cajeros automáticos.

Sin embargo, es un metodo muy conveniente porque esta permite dividir el gasto de compra de un activo en cuotas repartidas en varios meses. Para cada una de estas cuotas hay una tasa de interés a pagar, por ende, el precio final de compra es el que también incluye intereses.

¿Quién puede pedir una tarjeta de crédito?

Puede solicitar una tarjeta de crédito cualquier persona que tenga ingresos y capacidad para reembolsar las sumas adelantadas por el emisor de la tarjeta y, además, tenga una cuenta corriente en un banco con la que pagar las compras realizadas.

La tarjeta es útil para residentes en su propio país y para quienes viajan al extranjero, porque evita complicadas operaciones de cambio de moneda a la hora de realizar compras.

¿Cómo se solicita?

Para solicitar una tarjeta de crédito debes proporcionar:

  • Documento de identidad

  • Código fiscal

  • Documentación de ingresos

  • Cuenta corriente para los pagos.

Pasos a seguir…

Una vez recibida la tarjeta de crédito, es necesario firmar el reverso de la tarjeta tan pronto como la reciba y, luego, guardar el código secreto en un lugar distinto al que habitualmente se guarda la tarjeta.

Secundariamente, es recomendable comprobar, en el momento de la compra, que el recibo emitido por el vendedor indique el importe realmente adeudado. Dentro de los términos establecidos en el contrato, podrá solicitar la corrección de operaciones inexactas o no autorizadas y el posible reembolso de gastos no debidos.

Finalmente, es importante tener en cuenta que, en caso de robo o uso no autorizado, se solicite inmediatamente el bloqueo de la tarjeta a la empresa emisora ​​(generalmente existe un número gratuito o un servicio telefónico exclusivo) y se presente una denuncia a la Policía.

Tarjetas de crédito: cuáles son las ventajas

La principal ventaja de la tarjeta de crédito frente a las tarjetas de débito es la la posibilidad de realizar compras o pagos incluso cuando no existe la liquidez necesaria en la cuenta corriente porque el débito en la cuenta corriente está postergado.

También brindan protección al consumidor en caso de operaciones fraudulentas como clonación de tarjetas, estafas, robos y pérdidas.

🚨 Si ocurriera esta eventualidad, deberá solicitar inmediatamente el bloqueo de la tarjeta.

Otra ventaja de las tarjetas de crédito es que también se pueden utilizar en el extranjero si se conectan a un circuito de pago internacional como Visa, Mastercard y American Express, evitando tener que llevar dinero en efectivo.

Finalmente, en algunos casos, dependiendo del tipo de tarjeta elegida, el emisor proporciona servicios adicionales como servicios de asistencia para reservas de viajes, servicios de personal shopper, seguros de viaje y similares.

Recomendaciones

Cabe destacar que está comprobado que cuando pagamos con tarjetas tendemos no sólo a gastar más, sino también a pagar más por el mismo artículo o servicio, en comparación con cuando pagamos en efectivo. La razón es que no tenemos que «sacar» dinero de nuestros bolsillos.

La explicación a esta evidencia se conoce como contabilidad mental, es decir, la tendencia a insertar dinero en distintas cuentas mentales dependiendo de su origen.

La contabilidad mental puede ser útil para gestionar decisiones complejas, pero no olvidemos que las elecciones a menudo están conectadas entre sí y que nuestros comportamientos cambian dependiendo de la cuenta mental que utilizamos y pueden llevarnos a cometer errores, como gastar demasiado fácilmente con la tarjeta de crédito. ¡Hay que tener mucho cuidado!

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