¿Seguro a todo riesgo o a terceros? – La guía definitiva 2025 para elegir bien
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Todos los titulares de un vehículo están legalmente obligados a contar con un seguro vigente. La ley exige, como mínimo, una póliza que cubra los daños que podamos causar a terceros. Sin embargo, el mercado actual ofrece una variedad cada vez más amplia de opciones: desde seguros contra terceros básicos o ampliados, hasta pólizas a todo riesgo, con o sin franquicia.
Ante tantas alternativas, elegir la cobertura más adecuada puede ser todo un desafío. No solo se trata del precio, sino de entender qué cubre cada tipo de seguro y cuál se ajusta mejor a nuestro vehículo, a nuestro estilo de vida y a los riesgos reales que enfrentamos cada día al manejar.
En este contexto, una pregunta se mantiene vigente en 2025: ¿conviene contratar un seguro a todo riesgo, o es suficiente con uno a terceros? Con las nuevas normativas y un sistema de seguros cada vez más digitalizado, esta elección exige un análisis más profundo y actualizado.
Aunque se crea que nuestro vehículo esté cubierto totalmente con cualquier póliza, ¡no es así! Por eso, tras analizar qué es lo que no cubre un seguro de coche, hemos investigado las opciones mejores para que estés lo más protegido posible por si te pasara algún accidente con tu vehículo.
Entre las posibilidades existentes, hemos destacado dos categorías: seguro a todo riesgo y seguro a terceros. A continuación te explicaremos las diferencias entre los dos seguros, destacando pros y contras.
Diferencias principales
El seguro a terceros es el más básico y, por ley, obligatorio para circular en Argentina. Cubre los daños que puedas causar a otros, tanto en bienes como en personas. Dentro de esta categoría existe una variante más robusta, conocida como terceros ampliado, que puede incluir cobertura contra robo, incendio, rotura de cristales y hasta asistencia en ruta.
Por otro lado, el seguro a todo riesgo incorpora una cobertura mucho más integral. Además de cubrir lo que cubre el seguro a terceros, incluye también los daños propios, es decir, aquellos que pueda sufrir tu propio vehículo, independientemente de quién tenga la culpa. Este tipo de seguro puede contratarse con o sin franquicia, siendo esta última la opción más costosa pero también la que garantiza que no pagarás un peso extra en caso de siniestro.
Vamos en el detalle…
¿Qué es un seguro a terceros?
A la hora de causar un accidente de tráfico, con un seguro a terceros, la aseguradora del conductor se ocupará de indemnizar los daños provocados al otro vehículo. Sin embargo, no tendrá la obligación de pagar las reparaciones relativas al propio. No obstante, existe una opción, en la misma póliza, con una protección mayor: seguro a terceros ampliado.
Más cobertura. Aparte de la responsabilidad civil y asistencia en carretera del seguro básico, la póliza ampliada ofrece cobertura también para robo, incendios y daños a los cristales.
Precio competitivo. Añadiendo cobertura extra, el seguro a terceros ampliado sigue manteniendo un precio más barato que otras pólizas.
Mayor indemnización. Con un seguro a terceros clásico, si el coche supera los 5 años de antigüedad, en caso de accidentes, robo o hurto, la indemnización es básica. Al contrario, en un seguro ampliado, la compensación es mayor y puede corresponder hasta al valor venal (bueno usado) más el 30% o, incluso, al precio de nuevo.
El seguro a terceros básico es el único que, en España, está obligatorio para todos los titulares de vehículos. No obstante, los conductores de coche suelen contratar un seguro ampliado o, probablemente, un seguro a todo riesgo.
¿Qué es un seguro a todo riesgo?
Este tipo de póliza se destaca por ofrecer una cobertura completa por daños propios. De hecho, no solo prevé que la aseguradora se haga cargo de los costes de reparación del coche de quien provoque el accidente, sino también, cuando las reparaciones no sean posibles, garantiza una indemnización al propio conductor.
Con Franquicia
La Franquicia es un importe, establecido previamente con la aseguradora, que un asegurado paga a la hora de asegurar su coche.
El importe de la franquicia puede variar considerablemente según la póliza, la aseguradora, el tipo de cobertura y el perfil del conductor. También puede aplicarse únicamente para ciertos tipos de siniestros o daños, como los ocasionados por colisiones o daños propios, mientras que otros eventos, como robo o incendio, pueden estar excluidos.
Tú pagas una parte de la reparación, hasta un monto previamente acordado
Si el arreglo cuesta más que la franquicia, el seguro cubre la diferencia.
Si la franquicia equivale a 200 € y las reparaciones a 1000 €, el asegurado abonará 200 € y la aseguradora 1800 €
El seguro con franquicia resulta más barato y conveniente si se utiliza poco el coche y hay un riesgo mínimo de accidentes
Es importante destacar que cuanto más suba el valor de la franquicia, menor será el precio del seguro.
Sin Franquicia
No existe un límite de gastos previamente establecido.
Un seguro sin franquicia significa que, en caso de siniestro, la compañía aseguradora se hará cargo de la totalidad del coste de la reparación o indemnización sin que tengas que pagar nada de tu bolsillo. Esto representa una gran ventaja en términos de tranquilidad, ya que eliminas el riesgo de tener que afrontar gastos imprevistos, incluso si el daño es considerable.
El conductor nunca se hace cargo de los costes de reparación tras un siniestro
Es más caro pero garantiza una cobertura completa en caso de accidente. Ideal para quienes usan mucho el coche.
Un seguro sin franquicia puede facilitar la gestión del siniestro al evitar la discusión o confusión sobre quién debe hacerse cargo de la parte que correspondería a la franquicia. Esto agiliza las reparaciones y reduce el estrés para el asegurado.
¿Se puede pasar de un seguro a terceros a uno a todo riesgo?
Si quieres cambiar tu póliza del seguro de coche, te alegrará saber que ¡sí, puedes pasar de un seguro básico a uno más completo! Los elementos a tener en cuenta son, primero, la antigüedad del coche y, secundariamente, el tipo de actitudes y estilo de vida del titular. Concretamente: si el conductor deja su coche en la calle y suele tener un alto índice de reincidencia de accidentes, posiblemente le convenga contratar una póliza con cobertura completa.
Mientras, por lo que concierne la edad del coche, hay que considerar que, con el pasar de los años, el vehículo pierde valor. Por ende, la indemnización correspondiente tras un accidente, podría llegar a rozar hasta solo un 10% del valor de compra. De todas formas, que se cambie una póliza por otra en la misma aseguradora, o que se pase a otra compañía, el asegurado tiene que esperar obligatoriamente a que se venza la cobertura actual.
Recomendaciones – ¿Qué conviene según el tipo de vehículo y uso?
Tras un análisis detallado del panorama actual, el seguro a todo riesgo sin franquicia continúa siendo la opción más conveniente para quienes utilizan el auto a diario y, por lo tanto, están más expuestos a sufrir accidentes o averías. Al brindar una cobertura total sin necesidad de asumir un costo adicional en caso de siniestro, esta modalidad ofrece una tranquilidad difícil de igualar.
Hoy en día, además, existen simuladores online y herramientas digitales que permiten comparar rápidamente distintas coberturas según el tipo de vehículo, uso y perfil del conductor. Por eso, incluso si ya contás con una póliza activa, vale la pena revisar si sigue siendo la adecuada para tu estilo de vida. A veces, cambiar de cobertura a tiempo puede evitarte mayores complicaciones a futuro.
Al momento de decidir, uno de los factores clave es el valor actual del vehículo. En autos nuevos o seminuevos, donde la tasación sigue siendo alta, un seguro a todo riesgo suele ser más rentable, sobre todo si circulás frecuentemente por zonas urbanas o de mucho tránsito. En cambio, si tu auto ya tiene más de seis o siete años, lo más probable es que una cobertura contra terceros ampliada alcance: el costo de la prima baja considerablemente, y seguís contando con protección ante riesgos frecuentes como robo, incendio o rotura de cristales.
El perfil de uso también influye. Para quienes manejan todos los días por trabajo o recorren largas distancias, contar con una póliza que respalde hasta los imprevistos más pequeños puede marcar la diferencia. Pero si usás el auto de forma ocasional y estás en condiciones de afrontar un eventual gasto de reparación, un seguro a terceros puede ser suficiente, siempre que esté bien complementado con coberturas específicas.
En resumen…
Ventajas
Desventajas
Seguro a todo riesgo
La aseguradora se hace cargo de los costes totales de las reparaciones, tanto del propio coche, como de los otros vehículos involucrados
El coste de la póliza suele ser más alto que otros seguros. Además, cuantos más daños provoque un conductor, tanto más sube el coste
Seguro a terceros
Es el seguro más barato y conveniente económicamente, sobre todo para quienes están menos expuestos a los riesgos
En caso de siniestros, la aseguradora solo garantiza la indemnización para terceros
En definitiva, el seguro a todo riesgo sin franquicia cubre tanto los daños ocasionados a terceros como los del propio vehículo, incluso cuando el conductor resulta responsable del siniestro. Al eliminarse cualquier límite de gasto, el asegurado no deberá abonar diferencia alguna, lo que representa una ventaja considerable frente a otras modalidades.
Actualización normativa 2025
Con la actualización normativa de 2025, muchas aseguradoras han incorporado herramientas tecnológicas que transformaron por completo la experiencia del asegurado. Hoy, un seguro a todo riesgo no solo implica una cobertura más amplia, sino también acceso a servicios como la tramitación digital de siniestros, seguimiento en tiempo real del estado del vehículo, y peritación remota mediante imágenes enviadas desde una app.
Estas nuevas funcionalidades pueden inclinar la balanza para quienes valoran la rapidez y eficiencia en la resolución de reclamos. En caso de siniestro, la diferencia no solo está en quién paga los daños, sino también en cómo y cuándo se resuelve el problema.
Un nuevo criterio: los servicios digitales
En 2025, ya no alcanza con mirar solo las coberturas. Muchas veces, el diferencial entre una póliza y otra está en los servicios asociados. Algunas aseguradoras ofrecen gestión 100 % online, vehículo de cortesía durante reparaciones, descuentos por baja siniestralidad e incluso reportes de conducción responsable. Este tipo de beneficios están mayormente presentes en los planes más completos, pero pueden ser un argumento de peso a favor del seguro a todo riesgo, incluso si su costo mensual es más alto.
Asistencia profesional para que tu reclamo de seguro sea efectivo
Recuerda que, más allá del tipo de cobertura, lo más importante es cómo actúa tu aseguradora en el momento del siniestro. De hecho, muchas veces, el verdadero problema no radica en la póliza en sí, sino en la demora, la falta de información o la negativa injustificada por parte de la compañía a la hora de gestionar el pago o la reparación de los daños.
Si alguna vez te has sentido frustrado porque tu aseguradora no ha cumplido con lo pactado, o porque el proceso para resolver tu reclamación se ha vuelto complicado y lento, no estás solo. En estos casos, contar con un asesoramiento profesional y especializado puede marcar la diferencia para que tu reclamación avance y se resuelva de manera justa y rápida.
En Siniestros.org conocemos las dificultades que implica atravesar un siniestro y enfrentarse a la burocracia o incluso a la resistencia de las aseguradoras. Por eso, ofrecemos asesoramiento personalizado para que puedas reclamar lo que te corresponde, sin rodeos, sin confusiones y con el respaldo legal necesario. Nuestro equipo te guía paso a paso para que tus derechos como asegurado sean respetados y para que no tengas que enfrentarte a esta situación sin ayuda.
No permitas que las complicaciones posteriores al siniestro te sobrepasen. En Siniestros.org estamos para defender tus intereses y acompañarte hasta que obtengas la solución que mereces.
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Elegir entre un seguro a todo riesgo o un seguro a terceros no es simplemente una cuestión de precio, sino de entender bien las necesidades específicas que presenta tu vehículo y tu forma de uso diaria. Para coches nuevos o relativamente nuevos, donde el valor económico sigue siendo alto, optar por un seguro a todo riesgo suele ser la opción más segura y rentable. Esto no solo protege tu inversión, sino que también te brinda una cobertura integral que cubre desde daños propios hasta incidentes con terceros.
Por otro lado, para vehículos más antiguos, cuyo valor ha disminuido considerablemente, un seguro a terceros ampliado puede ofrecer una protección adecuada a un coste más bajo. Esto permite cubrir riesgos importantes como el robo, incendio o daños a terceros sin pagar una prima tan elevada como la de un seguro a todo riesgo.
Sin embargo, más allá del tipo de seguro que elijas, es fundamental que estés atento a las condiciones específicas de tu póliza, especialmente en lo que respecta a la franquicia. La franquicia representa la cantidad de dinero que deberás asumir en caso de siniestro antes de que el seguro cubra el resto. Por eso, conocer si tu póliza es con o sin franquicia y qué implicaciones tiene cada una es clave para evitar sorpresas desagradables en el futuro.