Hoy en día, tener un teléfono móvil se ha vuelto una necesidad. Con una amplia gama de modelos disponibles para todos los presupuestos, las tiendas a menudo ofrecen seguros de móvil como una opción adicional. Sin embargo, es fundamental considerar detenidamente si realmente necesitas uno. En este artículo, te daremos las razones por las cuales no deberías contratar un seguro de móvil y cómo esto puede ayudarte a ahorrar dinero.

Evaluando las coberturas

Antes de decidir si debes contratar un seguro de móvil, es importante comprender qué cubren estos seguros. Aunque las tiendas suelen promocionarlos a un precio atractivo, las coberturas pueden no ser tan abarcadoras como parece. En primer lugar, vale la pena recordar que los fabricantes ofrecen una garantía estándar de dos años que cubre defectos de fabricación y problemas de funcionamiento.

Además, algunas tiendas ofrecen extensiones de garantía por un coste adicional, lo que prolonga la cobertura inicial. Y luego están los seguros propiamente dichos, que funcionan como los seguros de hogar o coche. Estos seguros pueden cubrir daños por agua, rotura de pantallas, algunos otros desperfectos y robos.

¿Se consigue beneficio?

A simple vista, un seguro de móvil parece ser una buena inversión para evitar problemas cotidianos. Sin embargo, el dilema surge cuando evaluamos el coste en relación con los beneficios reales. Los precios de los seguros varían según la tienda, la aseguradora y el modelo del teléfono, lo que puede convertirse en un gran gasto.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que las coberturas pueden ser menos amplias de lo que parecen y que la letra pequeña puede esconder exclusiones importantes. Por ejemplo, mientras que un robo con fuerza puede estar cubierto, los hurtos pueden quedar fuera de la cobertura. Lo mismo ocurre con los daños físicos y la rotura de pantallas.

Considera cambiar de teléfono

Un aspecto importante a tener en cuenta es la frecuencia con la que cambias de teléfono móvil. Según los expertos, la mayoría de los usuarios renuevan sus dispositivos cada tres o cuatro años. Esto significa que si eres cuidadoso con tu teléfono, es posible que solo necesites reparaciones menores en ese período.

Incluso aquellos que son más descuidados y experimentan daños más frecuentes pueden cuestionar la utilidad de un seguro de móvil. Los costes mensuales o anuales que se acumulan pueden superar los beneficios obtenidos, especialmente si consideramos que los modelos de teléfonos suelen actualizarse y mejorarse cada pocos años.

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