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Operaciones notariales inmobiliarias: todo lo que necesitas saber

En la actividad inmobiliaria hay diferentes operaciones notariales que se pueden llevar a cabo frente a un notario, dependiendo del inmueble.

En este artículo, te proporcionaremos los cuatro tipos de operaciones notariales inmobiliarias principales.

¿Qué son las operaciones notariales inmobiliarias?

Por supuesto, las operaciones notariales no solo se refieren a tramitación de herencias, donaciones, etc., sino que pueden ser relativas también al ámbito inmobiliario.

En este sentido, es importante destacar dos tipos de operaciones notariales inmobiliarias: las escrituras notariales y la inscripción en el Registro de la Propiedad.

Escrituras notariales

La escritura de una vivienda es una operación que se concretiza ante un notario y determina las condiciones del pacto de compraventa. Básicamente, una escritura notarial es un documento que se tramita a la hora de transferir una propiedad.

Es una operación previa a la de registrar la propiedad en el Catastro porque sirve para certificar el efectivo cambio de titularidad. Se hace ante un notario, quien tiene que garantizar la validez de las firmas puestas por ambas partes (nuevo y anterior propietario), además de asegurarse que no haya cambios de último momento en el Registro.

Cabe destacar que la escritura notarial es el último step de una operación de compraventa y, después de su firma, debe ser presentada en el Registro de la Propiedad que corresponda.

Inscripción de los inmuebles en el Registro de la Propiedad

En principio, la Ley 13/2015 (del 24 de junio) establece un sistema de coordinación entre el Catastro inmobiliario y el Registro de la Propiedad, por ende, los inmuebles registrados en el Registro, están – obligatoriamente – certificados en el Catastro.

Los Registros de la Propiedad dependen del Ministerio de Justicia y están asignados a la Dirección General de los Registros y del Notariado. Llevan todos los actos que afectan a las propiedades y a los derechos sobre los inmuebles.

Otros procedimientos registrales

Aparte de las dos principales operaciones notariales que acabamos de mencionar, también existen otros procedimientos sucesivos: deslinde y rectificaciones descriptivas.

Deslinde

Según el Código Civil (art. 384), el deslinde permite marcar los límites de una finca y señalarlos, de manera que los titulares puedan excluir a terceros de la propiedad.

El deslinde es un procedimiento notarial iniciado por los sujetos en disputa o en dudas respecto a los límites de las respectivas porciones y está asesorado por un notario. Para que la operación sea válida, es importante disponer del plano catastral de las fincas en conflicto.

Rectificaciones descriptivas

Una rectificación en la descripción de la finca es, por supuesto, la corrección de un error en el plano catastral de una propiedad. Según el art. 40 de la Ley Hipotecaria, posteriormente a la inscripción de bien en el Registro de la Propiedad, se pueden solicitar modificaciones de los asientos inexactos, la rectificación de un título equivocado y otras inexactitudes registrales.

Consideraciones

En el ámbito inmobiliario hay que tener en cuenta unas cuantas operaciones inmobiliarias necesarias para llevar a cabo procedimientos legales y seguros.

Hacer referencia a un notario para llevar a cabo operaciones notariales en los inmuebles no es obligatorio, puesto que tampoco es necesario inscribir una propiedad al Catastro.

Sin embargo, es recomendable inscribir los actos en los registros porque, estas operaciones, garantizan seguridad jurídica y minimizan los riesgos de que no se cumpla con la normativa vigente.

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