Tras contratar un seguro, con el paso del tiempo, muchas aseguradoras mantienen su estrategia de subir el precio año tras año sin revisar si las coberturas siguen siendo adecuadas para el cliente.

El problema es doble: por un lado, es posible que estés pagando de más por coberturas que ya no necesitas; por otro, lo más grave, puedes estar pagando de menos por una cobertura insuficiente. Este último caso se conoce como infraseguro, y puede tener consecuencias devastadoras.
En este artículo te explicamos qué es el infraseguro, por qué puede dejarte tirado justo cuando más necesitas tu póliza y qué puedes hacer si tu aseguradora no responde o empieza a darte largas.
¿Qué es el infraseguro?
El infraseguro pasa cuando contratas un seguro y declaras un valor más bajo del que realmente tiene tu coche. Puede que lo hicieras sin darte cuenta, o que simplemente tu póliza se haya quedado desactualizada. ¿El problema? Si tienes un accidente, la aseguradora aplicará la regla proporcional, es decir: solo te pagarán una parte del daño, en proporción a lo que declaraste.
Ejemplo: si tu coche vale 20.000 €, pero lo aseguraste por 10.000 € y tienes un siniestro con daños por 5.000 €, solo te pagarán 2.500 €. El resto corre por tu cuenta.
Por eso es tan importante revisar tu póliza, especialmente si tu coche ha cambiado de valor o si llevas años renovando sin mirar los detalles. Más vale ajustarlo a tiempo que llevarse un susto cuando más lo necesitas.
¿Cuándo pasa?
El infraseguro puede presentarse de formas distintas y no siempre es tan evidente como parece. A veces se debe a recortes ocultos en las coberturas y, otras, a errores o decisiones al declarar el valor del vehículo. Conocer estas situaciones te ayudará a detectar si estás realmente protegido o si corres el riesgo de quedarte corto cuando más lo necesitas.
- Cuando, al contratar el seguro, se declara un valor inferior al real del vehículo —ya sea para pagar menos o por desconocimiento—. Esto es muy común con coches seminuevos, de alta gama o con equipamientos extra que no se comunican a la aseguradora. El problema es que, si hay un siniestro, la compañía calculará la indemnización según ese valor declarado, no según lo que realmente vale el coche. El resultado: solo te pagan una parte y tú tienes que asumir el resto del coste.
- Por otro lado, el infraseguro no siempre ocurre porque declares mal un valor. A veces pasa de forma más sutil: tu seguro no sube de precio, pero lo hace a costa de recortar coberturas sin avisarte claramente. Es decir, pagas lo mismo, pero te cubren menos. Esto puede suceder tras varios años de renovación automática, donde la aseguradora ajusta condiciones para mantener la prima “estable” aunque el riesgo haya cambiado. El problema es que, cuando llega el siniestro, descubres que ciertos daños ya no están cubiertos o que la indemnización máxima ha bajado sin que nadie te lo explicara.
¿Puede una aseguradora reducir tus coberturas sin avisarte?
En general, las aseguradoras están obligadas por ley a informar con claridad y transparencia sobre las condiciones de la póliza, incluyendo cualquier cambio en coberturas o primas. Esto significa que no pueden bajar la cobertura sin avisarte ni sin que tú lo aceptes, aunque mantengan el mismo precio.
Si una aseguradora reduce coberturas sin comunicarlo adecuadamente o sin tu consentimiento, puede estar incumpliendo la normativa de transparencia y protección al consumidor, lo que podría ser considerado una práctica abusiva.
Por eso es importante revisar bien las comunicaciones que recibes al renovar tu seguro y, si notas que te han cambiado algo sin tu permiso, reclamar o pedir asesoría. En casos graves, puedes acudir a organismos de defensa del consumidor o incluso buscar asesoría legal especializada.
Sin embargo, no siempre las aseguradoras cumplen con estas obligaciones de manera clara y rigurosa. A veces los cambios en las condiciones se comunican de forma poco evidente o con un lenguaje complicado que dificulta su comprensión.
Por eso, es fundamental que como asegurado estés especialmente atento a cada proceso de renovación de tu póliza y a todas las notificaciones que recibas por parte de la aseguradora. No basta con leer por encima; es imprescindible revisar detenidamente todas las condiciones, coberturas, límites y exclusiones que se incluyen en el nuevo contrato, y compararlas minuciosamente con las de la póliza anterior.
¿Qué puedes hacer?
Para evitar el infraseguro y sus consecuencias, lo mejor es anticiparse. Como hemos entendido, muchas veces el problema no está solo en lo que dice tu póliza, sino en cómo se ajustan realmente las coberturas y el valor declarado de tu vehículo.
Si detectas alguna modificación no autorizada o poco transparente, lo mejor es actuar rápido: reclama formalmente, busca asesoría especializada y, si es necesario, acude a organismos de defensa del consumidor para proteger tus derechos y evitar sorpresas desagradables cuando más lo necesites.
Aquí te dejamos algunas recomendaciones:
Revisa tus pólizas de forma periódica (no solo al renovar)
Con el paso del tiempo, es fácil olvidarse de lo que realmente cubre tu seguro de coche. Puede que en su momento contrataste una póliza adecuada, pero si el valor del vehículo ha cambiado, si has hecho modificaciones o simplemente ha pasado el tiempo, es probable que tu cobertura ya no se ajuste a la realidad.
Revisar los capitales asegurados y las condiciones generales te permite detectar si estás pagando de más o, peor aún, si estás en situación de infraseguro, lo que significa que recibirías menos dinero del que realmente necesitas en caso de siniestro.
Pide ayuda a especialistas y no te fíes solo de lo que diga la aseguradora
Las compañías aseguradoras tienden a favorecer sus propios intereses. Si ocurre un accidente, podrían ofrecerte una indemnización menor o ignorar aspectos clave del daño. En Siniestros.org, te ayudamos a analizar tu póliza y a verificar si la valoración de la aseguradora es justa.

Además, si ya has tenido un accidente y notas que no están cumpliendo, te conectamos con peritos, abogados y expertos en reclamaciones para que no tengas que conformarte con menos de lo que te corresponde. Solicita una revisión gratuita y conoce tus opciones antes de aceptar cualquier propuesta.
No esperes al accidente: infórmate antes asegura tu coche con la protección que realmente necesitas
No esperes a tener un siniestro para descubrir que tu seguro no responde. Prevenir es mucho más barato y efectivo. Muchos conductores solo descubren que están mal cubiertos cuando ya es demasiado tarde. Un accidente puede dejarte sin coche durante semanas y, si la indemnización no cubre el valor real del vehículo o los gastos asociados, tendrás que asumir la diferencia de tu bolsillo.
Por eso, lo más inteligente es prevenir: asegúrate de que tu seguro incluye coberturas adecuadas, como coche de sustitución, defensa jurídica o daños propios si tu vehículo tiene cierto valor. Tomar estas decisiones con tiempo puede ahorrarte disgustos —y mucho dinero— en el futuro.
Conclusión
Las pólizas de seguro no son productos estáticos. Tu empresa crece, cambia, invierte… y tus coberturas deben adaptarse a esa evolución. No dejes que una falsa sensación de protección te juegue una mala pasada. Una revisión periódica de riesgos es una medida de gestión responsable y estratégica. Y si tienes dudas sobre cómo hacerlo, en nuestra asesoría te ayudamos a revisar, optimizar y adaptar tus seguros para que siempre estés protegido de verdad.