En 2021, más de 20 millones de personas en España estaban protegidas contra la carga financiera de sus arreglos finales, un 47% más que en años anteriores. Este avance se enmarca dentro de la iniciativa de Estamos Seguros para promover la cultura aseguradora en todo el territorio nacional y que cuenta con el respaldo de UNESPA.
En cuatro provincias españolas, Cádiz, Ávila, Badajoz y Ciudad Real, la popularidad del seguro de decesos se dispara. Casi el 70% de sus ciudadanos ya han contratado una póliza para asegurarse en caso de fallecimiento.
A pesar de ser zonas rurales, Melilla y las provincias de Soria, Teruel y Huesca no carecen de cobertura de seguros de vida. Sorprendentemente, una de cada cinco personas que viven allí dispone de una póliza para hacerse cargo de los trámites que puedan surgir postmortem.
El seguro de decesos ha sido durante mucho tiempo un producto para familias, con una misma póliza que suele cubrir a varias generaciones. Esto se refleja en las cifras de España: más de la mitad de los mayores de 50 años están cubiertos por pólizas de decesos, porcentaje que se eleva a casi el 60% a edades avanzadas. Sin embargo, sorprendentemente, no son sólo los adultos los que contratan estas pólizas: un tercio de los jóvenes de entre 10 y 19 años tienen una, así como el 40% de los que tienen entre 20 y 29 años.
El informe revela interesantes diferencias en el seguro de decesos entre los distintos tipos de familia. Los que viven solos y tienen menos de 30 años no tienen necesidad de este tipo de cobertura, mientras que las personas de más edad registran tasas más elevadas de contratación de pólizas de protección, aunque los hogares con personas jóvenes pueden registrar cifras igualmente elevadas.