Alcanzar la jubilación con suficientes ahorros para mantener la calidad de vida que disfrutábamos durante los años laborales es el sueño de muchos. Sin embargo, en algunos casos, esos ahorros pueden no ser suficientes para complementar la pensión pública y asegurar un nivel de vida adecuado. Afortunadamente, existen múltiples opciones para solucionar esta situación, y tener un seguro de hogar y el mercado inmobiliario ofrece diferentes alternativas para asegurar o incluso mejorar el nivel de vida a partir de los 65 años. En este artículo, te explicamos una opción particularmente atractiva: la renta vitalicia inmobiliaria.
La renta vitalicia inmobiliaria como solución financiera
Cuando los ahorros no son suficientes para cubrir los gastos durante la jubilación o se busca mejorar la calidad de vida, la renta vitalicia inmobiliaria es una opción a considerar.
Se trata de un producto financiero característico del sector asegurador, donde el interesado recibe una renta mensual a cambio de traspasar la propiedad de su vivienda. Esto permite liberarse de los gastos asociados a la casa, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y otros mantenimientos.
En España hay dos tipos de rentas vitalicias
- Rentas inmediatas: En este caso, el beneficiario comienza a cobrar la renta al mes siguiente de haber realizado el depósito correspondiente a la prima contratada. Esta opción es interesante para personas mayores de 60 años que invierten entre 40.000 y 50.000 euros.
- Rentas diferidas: Aquí, el beneficiario comienza a percibir la renta en una fecha futura determinada en el contrato, que será hasta el momento de su fallecimiento. Los expertos sugieren esta modalidad para personas de 50 años que desean establecer la fecha de cobro a partir de los 65 años.
Ventajas de la renta vitalicia inmobiliaria
La renta vitalicia inmobiliaria ofrece una serie de ventajas atractivas para quienes la consideran como opción para asegurar una buena jubilación:
- Tributación favorable: La tributación de la renta vitalicia es especialmente atractiva para personas que superan los 50 años y se vuelve aún más beneficiosa para aquellos con más de 70 años. A diferencia de otras rentas, el capital obtenido de la renta vitalicia se grava como rendimiento de capital mobiliario y no como una renta del trabajo, lo que generalmente implica una menor carga impositiva.
- Seguridad: La renta vitalicia garantiza al beneficiario el recibo de una renta mensual de por vida, independientemente de cuánto tiempo viva. Esto brinda seguridad financiera y la tranquilidad de disfrutar de los ahorros sin preocuparse de agotarlos durante la jubilación. La aseguradora asume el riesgo de que la persona viva más allá de la esperanza de vida media.
- Planificación de la herencia: Con la renta vitalicia, es posible planificar la herencia, eligiendo a los beneficiarios que recibirán los activos una vez que el titular fallezca. Esto permite distribuir el patrimonio entre herederos naturales o terceras personas ajenas a la familia, según las preferencias del titular.
¿Es la renta vitalicia inmobiliaria la mejor opción?
Elegir la renta vitalicia inmobiliaria u otra alternativa dependerá de la situación personal de cada individuo y de sus objetivos financieros. Es importante considerar aspectos como la edad, el estado de salud, la situación económica actual y las preferencias en cuanto a herencia.
Otras opciones como la hipoteca inversa o la nuda propiedad también pueden ser atractivas en determinadas circunstancias. La hipoteca inversa proporciona liquidez al interesado y permite seguir viviendo en la casa mientras se crea una deuda sobre la misma. Los herederos decidirán posteriormente si pagan la deuda para mantener la casa o ceden la propiedad a la aseguradora. Por otro lado, la nuda propiedad implica vender el inmueble y disfrutar de él hasta el fallecimiento del titular, obteniendo ventajas fiscales según la comunidad autónoma y el tamaño de la vivienda.
También te puede interesar: El 57% de los inversores españoles tiene como prioridad ahorrar para su jubilación